¿Es posible ser felices?
- MC-BPP
- 1 dic 2015
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Habitualmente identificamos la felicidad exclusivamente con experiencias de naturaleza positiva y con las situaciones que las posibilitan. Así, la felicidad permanente será imposible de conseguir. Será una ilusión, la expectativa de una vida fácil llena de placeres nos mantendrá en un estado de insatisfacción crónica. Esta vida estaría marcada por la búsqueda y satisfacción constante de estos placeres.
Sin embargo, si aceptáramos la realidad como perfecta en sí misma (perfecto es aquello a lo que nada falta ni cuantitativa –completo- ni cualitativamente –no mejorable-), romperíamos con nuestra tendencia habitual de afirmar sólo una parte de la realidad: queremos placer sin dolor, éxitos sin fracasos, crecimiento económico ilimitado, vida sin muerte,… es decir, dividimos la realidad en dos y sólo queremos una mitad, la que consideramos buena y nos esforzamos en negar, en huir de la otra mitad que calificamos como mala.
Pero, aunque nos empeñemos en buscar ‘la llave’ de nuestra felicidad en el lugar que nos resulta más cómodo y no donde realmente la perdimos (nuestra propia casa) nunca la encontraremos. Estaremos alimentando un vacío interior que cada vez nos enajena más y nos aleja de nuestra verdad más íntima, de nuestro Ser más auténtico.
Sólo el conocimiento profundo de uno mismo puede ser fuente de plenitud y de una verdadera y permanente felicidad. Y, aunque muchas personas consideren que esto nos aleja de los placeres y del disfrute de la vida, están en un error, ya que muy al contrario, el conocimiento de nuestra verdadera identidad permite disfrutar de las cosas sin crispación, serenamente, sin contradicciones, desde la totalidad de nuestro ser: cuerpo, mente y espíritu al unísono.
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